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Sientes que no necesitas a nadie, le das más valor a tus logros académicos, profesionales y personales que a tener relaciones…

El comportamiento pasivo del temeroso responde a su sensibilidad y vulnerabilidad en las relaciones

Características de cómo se manifiesta este apego en las relaciones adultas:

  • No aclara sus intenciones en la pareja
  • Envía mensajes confusos parece que le interesa el otro/a pero luego crea distancia o espacio
  • Emplea tácticas para poner distancia emocional o física poniendo límites en la relación
  • Valora mucho su independencia
  • Desconfía de sus parejas pensando que se puedan aprovechar de él/ella
  • No tiene en cuenta a la pareja o habla de las dificultades con parejas anteriores
  • Tiene una opinión poco realista e idealizada de cómo deberían ser las relaciones
  • Tiene miedo al compromiso y establece reglas que lo evitan
  • Crea discusiones (consciente o inconscientemente) para poder alejarse temporalmente, de no ser así demasiada cercanía les estresa.
  • Le cuesta hablar con la pareja acerca de la relación

Te sientes más en calma cuando estás solo. Estar acompañado a veces te estresa o te hace sentir incómodo, sobre todo cuando hay algún tipo de conflicto…

Las personas con un estilo de apego huidizo son aquellas que mantienen unas relaciones sociales caracterizadas por la distancia afectiva y la frialdad emocional

Existen dos estilos afectivos dentro de la categoría de huidizo: el alejado y el temeroso

El apego huidizo alejado

Aquel que ha aprendido a ocultar y/o controlar sus emociones tanto positivas como negativas.

Las madres de niños huidizos se caracterizaban por la falta de implicación emocional, por un rechazo del contacto corporal, por una disposición irritable y de reproche y por su intrusividad

En un estudio de laboratorio, Grossman, Grossman y Schwan (1986), observaron cómo las madres de niños alejados se implicaban en el juego cuando éstos estaban alegres, pero no cuando expresaron un afecto negativo.

Las madres de niños alejados, rechazan y devalúan las muestras de malestar de sus hijos, saben reforzar positiva y adecuadamente comportamientos relativos a la consecución de objetivos distintos a las necesidades afectivas y que cubrirían sus propias expectativas: logros académicos, habilidades, aspecto físico, expectativas de éxito futuro, etc., pero cuando el niño demanda apoyo o protección rehúyen o rechazan las manifestaciones de malestar.

La consecuencia, a largo plazo, es la desactivación de las necesidades de apego.

La estrategia defensiva utilizada por este estilo, le conduce a generar estrategias de minimización para adaptarse a la situación y reducir su ansiedad (Siegel)

En sus verbalizaciones, las personas huidizas recuerdan a sus madres como frías y con una clara actitud de rechazo. Así, el modelo mental del alejado se forma a través de experiencias de rechazo de las personas significativas.

Valoración el logro, aspecto por el que sí fuiste reforzado, tanto en tí mismo como en los demás, al tiempo que niegas tus necesidades afectivas y las de los demás.

Mediante la minimización de los sentimientos y conductas de afecto mantienen a los demás lo suficientemente alejados de sus vidas como para permitirles mantener su coraza de autosuficiencia, evitando un potencial desestabilizador de su equilibrio emocional. Es decir, muestran así una autosuficiencia emocional como mecanismo defensivo ante el posible rechazo que pudieran experimentar.

Presenta una elevada incomodidad con la intimidad, y una consideración de las relaciones interpersonales como algo secundario a los aspectos profesionales o materiales (Feeney, Noller y Hanrahan, 1994; Mayseless, 1996), una gran necesidad de éxito, perfeccionismo, adicción al trabajo o materialismo y sobremplicación en tareas y actividades de logro (Brennan y Shaver 1995).

Mayor capacidad para suprimir emociones relacionadas con la separación de la pareja y un menor nivel de estrés tras la ruptura con la relación romántica

Como estrategia niegas las necesidades afectivas y manifiestas autosuficiencia emocional, con el objetivo de mantener una imagen positiva de tí mismo frente a los demás.

El apego adulto huidizo temeroso

Te abandonas para obtener la admiración del otro, ni siquiera te planteas si lo que decides va o no contigo, tu foco está en que el otro esté bien y tu facilitárselo…

El estilo huidizo temeroso posee un modelo mental negativo tanto de sí mismo como de los demás (Bartholomew, 1990; Bartholomew y Horowitz, 1991), elevada incomodidad con la intimidad, necesidad de aprobación, consideración de las relaciones como secundario y baja confianza en sí mismos y en los demás (Bartholomew, 1991; Feeney, Noller y Hanrahan, 1994; Mayseless, 1996), así como un elevado miedo al rechazo, necesidad personal de aceptación de los demás para mantener una consideración positiva de sí mismo, mientras el alejado obtiene su principal fuente de seguridad a través de los logros, el temeroso la obtiene a través de la aprobación de los demás.

Necesitas la afirmación y el reconocimiento de los demás, sin embargo, y a diferencia del dependiente, tu temor al rechazo te impide iniciar relaciones íntimas o de amistad, manteniendo una red social mínima.

Mientras que las personas con un estilo ansioso se aproximan a los demás con el objetivo de satisfacer sus necesidades de dependencia, los temerosos evitan defensivamente la proximidad para evitar el dolor que les supondría la posibilidad de pérdida o de rechazo en el temeroso se combinan las variables de dependencia y evitación, siendo por ello mucho más vulnerable a la soledad y la depresión (Carnelley, Pietromonaco y Jaffe, 1994), obteniendo las puntuaciones más altas en bajo autoconcepto, falta de asertividad, problemas de intimidad, confianza y capacidad de utilizar a los demás como base segura.

Personas con una baja tolerancia a la frustración, con problemas de inhibición conductual y con tendencia a sentimientos negativos, pesimismo y estados de ánimo depresivos.